En Italia están muy furiosos por la decisión de la Corte Europea al respecto de los crucifijos, que en poco tiempo tendrán que ser eliminados de las aulas. Este tema es muy delicado y hay que tener un punto de vista alejados de la religiones. En primer lugar no todos los alumnos son cristianos y es normal que si no es cristiano le pueda molestar un crucifijo. También hay que pensar que el Cristianismo no es la única religión, sino que hay muchas y que hay personas de otras religiones que también conviven con los cristianos y que no han protestado hasta ahora con los crucifijos.

Seguro que el Vaticano protestaría si se pusiera un bonito y redondo buda o algún dios del Hinduismo, pero claro cuando colocan los crucifijos están imponiendo una religión a todos, que tienen que tenerlo presente. Ojalá se quiten todos los símbolos religiosos de las aulas y cada uno puede creer en lo que le parezca, ya sea en el budismo, hinduismo, cristianismo o cualquier religión, ya que todas tienen un contenido medio verdadero y ninguna se acerca a la verdad absoluta, por mucho que los señores del Vaticano se crean todo lo que dicen.

Los italianos están muy furiosos con esta decisión, pero en vez de tanta furia, lo que tienen que hacer es simplemente creer en Cristo, esté o no presente gracias a los crucifijos en las clases, que para muchos no significa nada. Lo que tenemos claro de este asunto que un trozo de madera con una figura no debería ser objeto de polémica, ya que no tiene poder alguno y simplemente es un objeto decorativo. Lo mejor es que en las clases se quiten todos los símbolos religiosos de una vez.

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